Sin duda, estamos ante un decisión importante, que nunca deberíamos de tomar sin antes tener en cuenta una serie de factores determinantes:
Ubicación
La primera gran decisión es elegir la ubicación de nuestro inmueble, valorando detalles fundamentales tales, transporte público, colegios, guarderías, comercios, parques, asistencia médica, bancos, grandes superficies, polideportivos, zonas verdes, etc. y otros no menos importantes como pueden ser cercanía con el trabajo o con familiares y amigos.
Tipología
Es importante elegir correctamente la tipología de nuestra casa, si queremos vivir en un edificio multifamiliar (piso) o unifamiliar (chalet), si necesitamos disponer de zonas comunes tales como jardín o piscina, y por supuesto saber cuáles son las necesidades de espacio (número de habitaciones, aseos, plaza de aparcamiento, trastero, etc).
Otro detalle muy importante a evaluar es la orientación solar de la misma. La ideal, buscando un gran rendimiento térmico y energético, es orientación sur o suroeste.
Estado del inmueble
Tanto si la vivienda es nueva como usada, es de suma importancia conocer el estado de la misma, tanto estético como funcional, así evitaremos reclamaciones al vendedor o reparaciones que no contábamos con ellas.
Especialmente hay que tener en cuenta que las instalaciones de luz, agua y calefacción por tuberías, tienen una vida óptima de 20-25 años recomendándose actualizarlas pasado ese tiempo, lo que en algunos casos implica una gran obra.
Coste Real de Adquisición
Al adquirir una vivienda a parte del precio de la misma, hay que añadir los impuestos y los gastos de tramitación de la compra.
Si la vivienda es de nueva construcción habrá que abonar un IVA del 10% sobre el precio de venta del promotor; en el caso de Vivienda de Protección Oficial se paga solo un 4% (variando de la Comunidad Autónoma).
Si es una vivienda usada o reformada habrá que pagar a la Agencia Tributaria el 6% sobre el valor de compra en concepto de Impuesto de Transmisiones Patrimoniales ITP.
En ambos casos habrá que añadir los gastos de tramitación que son:
- Gastos de Notaría que son unas tasas oficiales.
- Gastos de Registro para inscribir el inmueble en el Registro de la Propiedad y que varían en función del valor del inmueble.
- Gastos de Gestoría que aunque no son obligatorios, si es común que un profesional se ocupe de todos los trámites administrativos vinculados al proceso de compraventa.
Financiación
Desde hace ya un tiempo, y salvo casos muy puntuales, los bancos no suelen conceder hipotecas por más de 80% del valor de tasación del inmueble o del precio de venta (el menor de ellos). Esto significa que para poder comprar necesitaremos tener al menos un 20% del precio de la casa y aproximadamente otro 10% adicional para hacer frente a los gastos de tramitación del préstamo hipotecario, notario, registro, etc.
Elegir la entidad bancaria y el tipo de hipoteca es un tema que no trataremos en este momento, pero que también debe de ser motivo de un estudio pormenorizado.
Documentación
Antes de firmar nada, bien sea una señal o un contrato de arras, es absolutamente imprescindible verificar que la vivienda no tenga cargas, o al menos conocerlas, y la titularidad de la propiedad de la misma. Esto lo podemos saber solicitando una Nota Simple actualizada en el Registro de la Propiedad. Es importante verificar que el inmueble que vamos a comprar se corresponde con el descrito en la misma.
Ya en la notaría es imprescindible leer bien las escrituras hipotecarias (si hubiera financiación bancaria) y de la compraventa, y plantear cualquier duda al respecto al notario.
Asesoramiento
Todo lo comentado hay veces que nos sobrepasa o simplemente nos genera inseguridad, lo que nos puede llevar a cometer errores que lamentemos en el futuro.
Siempre nos será de gran utilidad recurrir a los profesionales del sector pues pueden ayudarnos a encontrar la vivienda que buscamos, acortar mucho los plazos y solucionar cualquier duda que nos surja
Si hemos “hecho bien los deberes”, al final del proceso no tendremos una casa sino que habremos conseguido nuestro hogar soñado.
